miércoles, 10 de diciembre de 2008

demasiado para mi

Repaso blogs ajenos. Me cuentan experiencias, me cuentan creaciones y advierto que todo eso me falta. Viajes, recuerdos, planes, sentimientos... Me intimidan. Cada vez más me siento espectadora inmóvil. Y lo más preocupante es que no me pesa la inacción.

Creo que sé lo que pasa: me falta conciencia de vivir. Una mañana en el metro miraba fijamente el puño del abrigo que me pongo todos los días y me sorprendía su diseño como si no lo hubiese visto jamás: un botón, una trincha... Y pensaba que si me taparan los ojos y me pidieran que describiera lo que llevaba puesto, sería incapaz, cosa que, sin embargo, parece no costarle demasiado al resto de los mortales.

Vivir como si no fueras tú misma, sino como si fueras otra. Vivir de prestado hasta que mueras.
No sé si llegaré tiempo para darme cuenta y para recuperar lo único que es intrasferiblemente mío, aunque, la verdad, tampoco me importa...

2 comentarios:

Ulises dijo...

Bieenn!!! ...venida!
Espero que, como dices, te dejes llevar por tu espontaneidad y nos muestres todo lo que llevas dentro. Deja la rigidez a un lado, y deslizate con las palabras como tu mirada se fijó en el puño de tu chaqueta.
Con ganas de leer "más cositas" te mando un beso.

maripili dijo...

Ej que no fallas!!! Sabía que serías el primero, como para casi todo lo demás... Y yo te mando más besos